lunes, 23 de noviembre de 2009

Carta a Dolly

St. Joseph, Petesburgo 23th Octubre 1971.




Querida Dolly:


    Te saludo desde este lugar, esperando que sea grato para ti saber de mí.
   
    Sigo esperando tu visita, pero también entiendo que no es fácil para ti, separarte de toda aquella rutina y mucho menos alejarte de esos prados y montes brillantes de sol de aquel lugar donde vives; ¡oh! Como extraño andar por esas veredas curveantes de camino a tu casa y de retozar bajo ese fragante manzano, donde surgían mis inspiraciones plasmadas al papel, esas que nos servíamos elegantemente de leer en el Teatro Sostre, ¿Recuerdas?, ante ese comité tan respetable que me concedía la dicha de hacerlas vivas en el escenario; ¡pero claro que comprendo el que no puedas visitarme! He añorado fervientemente el volver a ese hermoso pueblo.

   ¿Sabes? He conocido mucha gente durante mi estancia, gente sin igual que me ha tratado de forma individualmente peculiar, algunos de ellos siempre me confunden con familiares suyos, pero como no hacerlo, si pasamos tantos ratos juntos.

   Debo confesarte que en el amor no me puedo quejar, he conocido a un hombre cuya belleza es sin igual, sus ojos son como los del señor Frintezzo, aquel sujeto que andaba por las calles de Praga tocando el Saxofón, ¿recuerdas ese puente?, era hermoso como sus aguas reflejaban los rayos del sol, pero ¿sabes?... tiene una gallardía impresionante como la de aquel hombre que luchaba bajo el mandato del imperio romano, ¿lo recuerdas?, ¡pero claro!, ¿Cómo olvidar a Trades?, sin embargo es tan sencillo, humilde y solo como Kinaré, aquel mendigo del pueblo holandés, que era famoso por los sacrificios a sus amigos, esos tristes niños huérfanos los cuales conoció en la misma calle y adopto; mas es, tan misterioso como misteriosas son nuestros encuentros, a veces creo que me acecha pero me da tanto gusto escucharle ala hora del te.

   Dios quiera puedas visitarme para que te lo pueda presentar, es tan igual a mi, estoy segura que te va a fascinar.

    Si las señoritas enfermeras me permiten, te enviaré una de las curiosidades que hacemos aquí, te he hecho unos bellos capullos de rosa que planeo florezcan en tu ventana, les he hecho rojos, se sabe que el olor es mas dulce de este tono, los pondría en mi ventana pero entonces, mi dulce caballero, no podría entrar a visitarme, estoy segura que se verán mejor en la tuya.

   Debes visitarme, me han transferido a otro cuarto, ¿sabes?, en este ya no hay cojines pero creo que es mejor, ya no tiene esos obtaculizantes barrotes, y tu sabrás…mis visitas nocturnas han aumentado.

   Dulce Dolly espero me perdones, sé que ya te han llegado las habladurías de las enfermeras pero no te preocupes, solo era una ligera recaída, resultado de esos tormentosos medicamentos que solo me hacen dormir y no puedo escribir mas; pronto me recupero, debes entender que no es fácil vivir aquí, donde toda la gente esta loca.

Con cariño tú hermana

Syria Poletti


Octubre 2008
Janice Noriega
Con cariño para la escritora Italiana SYRIA POLETTI, como reflejo de tanto años de sufrimiento.

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