viernes, 29 de enero de 2010

Fragmentos de La reina de los condenados

¿Quiénes son esas sombras que esperamos y creemos
que algún atardecer vendrán en limusinas
desde el Cielo?
La rosa,
empero, sabe
que no tiene garganta
y no puedo decirlo.
Mi mitad mortal ríe.
El código y el mensaje no son lo mismo.
¿Y qué es un ángel
sino un fantasma travestido?

STAN RICE
de «Del Cielo»
Cuerpo de trabajo (1983)

Frases Celebres de La Reina de los Condenados

Ahora sabía qué significaba vivir para siempre. Dícelo a la montaña.

pandora en meditación


Si la mente no puede hallar el significado, entonces los sentidos lo dan. Vivir para eso, ser miserable que eres.
pandora en el templo de Azim


Cerca de ellos, cerca de su preciosa oscuridad, de su encantadora, devoradora, penumbra.
Daniel entrando a la casa de Lestat


—Maldito seas! ¡Hazlo tú mismo! —había bramado Daniel—. ¿Tienes quinientos años y no sabes utilizar el teléfono? Lee las instrucciones. ¿Qué eres, un idiota inmortal? ¡No voy a hacerlo!
Daniel dirigido a Armand tras despertarlo subitamente en Nueva Orleans


—¿Saber? ¿Saber? ¿Y qué importa saber si uno no comprende? —
Armand


El amor a la soledad está destinado a producir una grandiosa acumulación en el conocimiento común, un nuevo nivel en la conciencia humana, un curioso escepticismo.
Armand

Ninguna muerte puede durar tanto como una vida.
Lestat

El principe nunca va a llegar, todo el mundo lo sabe, y, además, quizá la Bella Durmiente ya esté muerta.
Lestat

Es una terrible verdad que el sufrimiento nos hace mas profundos, da mas brillo a nuestros colores y proporciona una resonancia mas rica a nuestras palabras.
Lestat

Vivimos en un mundo de accidentes en el cual solamente los principios estéticos tienen una coherencia que da seguridad.
Lestat

Luchamos continuamente para separar el bien del mal, nos esforzamos para crear y conservar un equilibrio etico.
Lestat

Acaso tenemos todos un intimo deseo de blasfemar, de amenazar con nuestros puños a la misma cara de los dioses? Quiza si.
Marius

¿No siente nada el loco de atar encerrado en una celda de manicomio por el esclavo que le lleva el agua?
Marius


Fragmentos de La reina de los condenados

Una vez teníamos las palabras.
Buey y halcón. Arado.
Había claridad.
Salvajes como cuernos
curvos.
Vivíamos en estancias de roca.
Colgábamos nuestro pelo de las ventanas y por él subían los hombres.
Un jardín tras las orejas, los rizos.
En cada colina, un rey
de esa colina. Por la noche se tiraba de los hilos
de los tapices. Los hombres desenmarañados gritaban.
Todas las lunas se revelaban. Teníamos las palabras.


STAN RICE
de «Una vez las palabras»
Muchacho blanco (1976)

domingo, 17 de enero de 2010

Fragmentos de "La Reina de los Condenados"

La Hamburguesa Asesina
se sirve aquí.
No hace falta que esperes
a las puertas del Cielo
por una muerte ácima.
Puedes ser un perdido
en esta misma esquina.
Mayonesa, cebollas, predominio de la carne.
Si quieres comerla,
tienes que cebarla.
— Volverás.
—Seguro.
STAN RICE
de «Suite Tejana»
Algo de cordero (1975)

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