¿Quiénes son esas sombras que esperamos y creemos
que algún atardecer vendrán en limusinas
desde el Cielo?
La rosa,
empero, sabe
que no tiene garganta
y no puedo decirlo.
Mi mitad mortal ríe.
El código y el mensaje no son lo mismo.
¿Y qué es un ángel
sino un fantasma travestido?
STAN RICE
de «Del Cielo»
Cuerpo de trabajo (1983)
viernes, 29 de enero de 2010
Fragmentos de La reina de los condenados
Frases Celebres de La Reina de los Condenados
Ahora sabía qué significaba vivir para siempre. Dícelo a la montaña.
Si la mente no puede hallar el significado, entonces los sentidos lo dan. Vivir para eso, ser miserable que eres.
Cerca de ellos, cerca de su preciosa oscuridad, de su encantadora, devoradora, penumbra.
—Maldito seas! ¡Hazlo tú mismo! —había bramado Daniel—. ¿Tienes quinientos años y no sabes utilizar el teléfono? Lee las instrucciones. ¿Qué eres, un idiota inmortal? ¡No voy a hacerlo!
—¿Saber? ¿Saber? ¿Y qué importa saber si uno no comprende? —
El amor a la soledad está destinado a producir una grandiosa acumulación en el conocimiento común, un nuevo nivel en la conciencia humana, un curioso escepticismo.
Fragmentos de La reina de los condenados
Una vez teníamos las palabras.
Buey y halcón. Arado.
Había claridad.
Salvajes como cuernos
curvos.
Vivíamos en estancias de roca.
Colgábamos nuestro pelo de las ventanas y por él subían los hombres.
Un jardín tras las orejas, los rizos.
En cada colina, un rey
de esa colina. Por la noche se tiraba de los hilos
de los tapices. Los hombres desenmarañados gritaban.
Todas las lunas se revelaban. Teníamos las palabras.
STAN RICE
de «Una vez las palabras»
Muchacho blanco (1976)
domingo, 17 de enero de 2010
Fragmentos de "La Reina de los Condenados"
La Hamburguesa Asesina
se sirve aquí.
No hace falta que esperes
a las puertas del Cielo
por una muerte ácima.
Puedes ser un perdido
en esta misma esquina.
Mayonesa, cebollas, predominio de la carne.
Si quieres comerla,
tienes que cebarla.
— Volverás.
—Seguro.
STAN RICE
de «Suite Tejana»
Algo de cordero (1975)